Él había marchado cuando la crisis del país no le había dejado otra salida.
Por otro lado, Ricardo se sentía culpable y le remordía la conciencia haber dejado a la mamá y al papá solos, allá.
Ahora la cosa estaba buena y Ricardo se planteaba volver, aunque fuese para estar con la familia y ayudar a la economía de sus papás.
La mamá había pensado muchas veces cruzar al otro lado para estar con su niño. Pensaba que a él no le iban demasiado mal sus asuntos y con lo que tenían ahorrado podían marchar. A ella le daba miedo, igual que a su esposo, pero... no quería pasar la vida esperando más.
Pero a Ricardo las cosas estaban a punto de cambiarle. No lo tenían previsto, ni siquiera se habían casado, pero Ruth estaba embarazada.
Moverse ya, para quedarse, le parecía un lío. Mejor cuando naciera el niño harían una visita.Rosario pudo por poco recuperarse del susto que ellos habían pasado. El papá, Fernando, había sufrido un infarto. Tenían que tener cuidado a partir de ahora.
No mencionaron nada de los viajes previstos cuando telefonearon. Se cortó la comunicación y ambos quedaron pensando en lo que podían cambiar las cosas de un momento a otro. También fue así cuando el nene decidió irse. Sí, todavía era un nene y podía cambiar mucho su futuro, y lo cambió.
Siempre ponían esa misma excusa para no sentirse tristes, que él había progresado. Era verdad, pero también se necesitaban los unos a los otros.
No eran familia de mucho sentimentalismo, así que siempre concluían igual sus pensamientos de nostalgia: -"Es que está tan lejos que... vaya gana de montar follón. Ya veremos."
[SOCIOLOGÍA & MIGRACIÓN]
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